del aire que roza tus tobillos,
(de la mirada inevitable y el aliento contenido)
por percibir un placer en potencia y convertirlo en sonrisa presente.
Es,
mirarte despues de hacerte el amor por última vez y despedirte en silencio.La veo en tu cuello, en el que aun no me enredé,
en tu forma de mostrarte confusa,
tímida aunque cercana.
La eterna desconocida, la sorpresa no calculada,
una carcajada de un amante perdido puede provocar el mismo temblor que un susurro comprometedor.
Todo lo incomprendido y
lo deseado y repudiado al mismo tiempo
la duda sobre tus intenciones y el misterio de mi indecisión.
Aguantarte la mirada y vernos deshechos, apartártela y notar el escalofrío en tus labios.
La erótica es el descontrol de los deseos,
la incomprensión de lo ocurrido,
el sueño de un placer,
convertido en un instante prolongado en un tiempo en el que nos quedamos sin aliento.
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