Debe haber algo íntimo y difícil de revelar, en el interior del ser humano que le lleva a algo paradigmático, socialmente hablando. La decoración. Una verdadera baja pasión.
Todo es subceptible de ser decorado, pero el hogar es el templo de la decoración. Desde lo más vulgar, lo minimalista, lo retro, lo clásico, lo vanguardista, lo recargado... lo que provoque que Roma, capital de Italia, puedas encontrar puestos callejeros con estas "maravillas"...
CONSEJO: no caigas en lo que será tu ruina, no compres figuritas que te condenen a estar pensando "¿Cuándo se romperá?", sólo por ser una reproducción en miniatura del tan admirado arte de la historia romana.
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