por los actos inoportunos, por las decisiones mal tomadas, rectificadas tarde.
La sensación pesada y con halo de eternidad,
del error que muerde la conciencia
acompañada de la visión de la habitación oscura,espacio interminable donde pintar en negativo
una imperiosa necesidad de corregir lo hecho, lo dicho, lo no hecho, lo callado.
Deseando revolverme en mi habitación, romper con un grito el silencio,
el sueño de mi bondad,
y que despierte la madrugada con un perdón que me tranquilice
que me lleve al sueño con una sonrisa...
Devuélveme tu sonrisa...
que mis pestañas arañan la noche intentando herirla,
que mis pies tiemblan nerviosos entre las sábanas,
en un intento de correr lejos, a la frontera de la realidad
más anodina
y el sueño profundo y reconfortante.
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