diciembre 20, 2006

MaRtorEll nO Es maNreSa

La última mirada de la chica curiosa
era de efecto tántrico,
de compañía descartada...
quizá la próxima vez.

Sin más ocasión posible
la última mirada
era la primera en coincidir,
la más sincera
de presentación y despedida.
La gorra, la chaqueta, el cuaderno
y ya hay otra curiosa
(por la que curiosear).
Vientre abrazable
y movimientos inquietos
que espantan a las palomas exploradoras
y juega consus perfiles de insensata definición.

En el cielo el sol
buscando un hueco
para quitarme la chaqueta.
Se sientan cerca unas gafas
que pretenden por el color parecer inteligentes
que sorprendidas por dos turistas orientales
comparten cómodas
la escena de la estación.
A una confusn,
a la falta de concentración
y la buena voluntad de un amigo,
el máximo rendimiento posible.

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