noviembre 06, 2007

uN sUspIrO dE aLiVio...

Señores del tribunal, que lo pasen bien bonito.

Tengo la mano dormida de enseñar todo lo que sabía. Ya no me queda más que brindar por las próximas víctimas que caeran bajo su condena.

Señores del tribunal brindemos con agua mineral, voy a olvidarme de todo... y a aliviarme con el tiempo de algún modo.

Me despido con la mano izquieda en el corazón, el sombrero puesto, el látigo recogido a la cintura y una sonrisa malévola... Qué mala suerte que cambien las normas por el camino...

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