abril 17, 2007

lA rEd

"¿a qué distancia quieres que pongamos la red?"

Era tan sencillo como decir... a cinco metros, a diez...

NO QUIERO RED -dije.

Llegué a este circo por un desengaño, años de búsqueda frustrados por un desvanecimiento. ¿Estais seguros de que las palabras pronunciadas no son exigentes, que no les duele servir a la mentira, o ser pronunciadas en vano?

Me mentiste y desde entonces tus palabras te persiguen y te amargan la vida. Yo quise encontrarlas y convencerlas de que ya todo pasó, que conmigo estarían mejor, que te dejasen en paz. No me hicieron caso. Vinieron entonces tu enfermedad, tu racha de mala suerte, la depresión, tu falta de equilibrio...

No quisiste pedirles perdón, no te lo concedieron. Ahora te visito de vez en cuando, cada vez con más tiempo de diferencia, porque sigues haciéndote daño cada vez que nos vemos, me sigues mintiendo.

Por eso vine a sustituirte, casí puede decirse que vine a matarme por ti. NO QUIERO RED, DIJE, porque cada vez me gusta más cruzar el alambre, cada vez me seducen más los aplausos.

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